"El niño duerme mal, pero ya se le pasará". Según el doctor Gonzalo Pin, del grupo de trastornos del sueño de la Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, muchos padres dan poca importancia al sueño. Sin embargo, un 30 % de niños de hasta cinco años tiene trastornos del sueño.
Junto a su colega Iñaki Ugarte, el facultativo presentó ayer un estudio sobre cómo duermen niños y adolescentes en la Comunidad Valenciana. Éste se puede extrapolar a España, donde un 20 % de los menores es insomne; un 17 %, sonámbulo; un 10 % ronca y un 2 % tiene apnea del sueño o síndrome de piernas inquietas.
Un 10,7 % de padres se queja del insomnio de su pequeño hasta cumplir los tres años. Éste, a su vez, influye en los hábitos paternos: se pierden de 400 a 700 horas de sueño el primer año de vida del bebé.
"El cerebro en la almohada"
La situación no mejora en la pubertad. El 52,8 % de los adolescentes de 14 a 15 años duerme menos de ocho horas. "Van a clase con el cerebro en la almohada", denunció Ugarte. Así, pese a que ellos no creen que duerman poco, un 12,9 % se queda dormido en clase.
El adolescente que duerme poco y mal será un adulto que duerma poco y mal, según los expertos. Esto puede desembocar en déficits cognitivos, alteraciones del sistema nervioso central, hiperactividad, irritabilidad, problemas de aprendizaje, obesidad o incluso perturbaciones cardiovasculares. Y muchas veces, la culpa es de un mal aprendizaje en casa.
El 18 % de los niños entre seis y ocho años decide cuándo se acuesta, (el 22 % entre nueve y 11, y más del 60 % entre 12 y 15). Un 50% necesita un oso de peluche o similar para dormirse y un 25 % no cree que dormir sea un placer.
Marcar unas rutinas
Aunque en los problemas del sueño influyen factores genéticos, medioambientales y socioeconómicos (a mejor esta-tus, menos insomnio), los expertos piden a los padres que la hora de irse a la cama suela ser la misma. Además, los mayores han de hacer que sus hijos adolescentes se desactiven en media hora y no en dos (estos jóvenes por la noche reciben tres mensajes de móvil de media) y que eviten que duerman siete horas de lunes a viernes y nueve y media el fin de semana. Ejercicio físico y dieta sana también ayudan.
EL APUNTE
Los expertos subrayaron ayer que los trastornos del sueño en menores "no son sólo un problema de noche, sino también de día". Cómo duerme el niño puede ser determinante: un 12 % de los padres dice que sus bebés duermen sobre su estómago, con el consiguiente riesgo de muerte súbita en el lactante. Sobre la falta de sueño de los adolescentes, advierten de que muchos de ellos conducen somnolientos vehículos de motor. Además, estudios en EE UU, donde se probó retrasar una hora la entrada de clase, demostraron que con más sueño no sólo se reduce el fracaso escolar, también los conflictos en clase.
Junto a su colega Iñaki Ugarte, el facultativo presentó ayer un estudio sobre cómo duermen niños y adolescentes en la Comunidad Valenciana. Éste se puede extrapolar a España, donde un 20 % de los menores es insomne; un 17 %, sonámbulo; un 10 % ronca y un 2 % tiene apnea del sueño o síndrome de piernas inquietas.
Un 10,7 % de padres se queja del insomnio de su pequeño hasta cumplir los tres años. Éste, a su vez, influye en los hábitos paternos: se pierden de 400 a 700 horas de sueño el primer año de vida del bebé.
"El cerebro en la almohada"
La situación no mejora en la pubertad. El 52,8 % de los adolescentes de 14 a 15 años duerme menos de ocho horas. "Van a clase con el cerebro en la almohada", denunció Ugarte. Así, pese a que ellos no creen que duerman poco, un 12,9 % se queda dormido en clase.
El adolescente que duerme poco y mal será un adulto que duerma poco y mal, según los expertos. Esto puede desembocar en déficits cognitivos, alteraciones del sistema nervioso central, hiperactividad, irritabilidad, problemas de aprendizaje, obesidad o incluso perturbaciones cardiovasculares. Y muchas veces, la culpa es de un mal aprendizaje en casa.
El 18 % de los niños entre seis y ocho años decide cuándo se acuesta, (el 22 % entre nueve y 11, y más del 60 % entre 12 y 15). Un 50% necesita un oso de peluche o similar para dormirse y un 25 % no cree que dormir sea un placer.
Marcar unas rutinas
Aunque en los problemas del sueño influyen factores genéticos, medioambientales y socioeconómicos (a mejor esta-tus, menos insomnio), los expertos piden a los padres que la hora de irse a la cama suela ser la misma. Además, los mayores han de hacer que sus hijos adolescentes se desactiven en media hora y no en dos (estos jóvenes por la noche reciben tres mensajes de móvil de media) y que eviten que duerman siete horas de lunes a viernes y nueve y media el fin de semana. Ejercicio físico y dieta sana también ayudan.
EL APUNTE
Los expertos subrayaron ayer que los trastornos del sueño en menores "no son sólo un problema de noche, sino también de día". Cómo duerme el niño puede ser determinante: un 12 % de los padres dice que sus bebés duermen sobre su estómago, con el consiguiente riesgo de muerte súbita en el lactante. Sobre la falta de sueño de los adolescentes, advierten de que muchos de ellos conducen somnolientos vehículos de motor. Además, estudios en EE UU, donde se probó retrasar una hora la entrada de clase, demostraron que con más sueño no sólo se reduce el fracaso escolar, también los conflictos en clase.
COMENTARIO:
He querido comentar este artículo ya que el buen hábito del sueño es muy importante.
Pienso que todos los niños deberían tener unas rutinas ya que estas a su vez le van a ayudar a poder dormir mejor y en el caso de los mas pequeñines van a conseguir que sus papás tambien durman más ya que ellos lo podrán hacerlo del tirón.
Si adoptamos estas rutinas desde pequeños tambien conseguiremos que el ritmo biológico cambien al de 24 horas, por el cotrario si no lo hacemos nos costará más que nuestro hijo adopte este ritmo biológico, por lo que por las noches le costará dormir,se seguirá despertando a menudo, no descansará bien y además podrá padecer de insomnio, sonambulismo, tendrá pesadillas etc.Todo esto se podrá evitar si conseguimos que nuestros hijos adquieran buenos hábitos de descanso.
En conclusión pienso que dormir bien es fundamental ya que si duermes mal o poco el rendimiento durante el dia va a ser menor, vas a estar más cansado, más irritado, además de padecer todos los problemas que nos mencionan en la noticia como son:irritabilidad, ceficits cognitivos,problemas en el aprendizaje, hiperactividad.......
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